Es interesante ver como la gente en medio del estrés diario, culpa a los agentes externos de la “infelicidad”, provocada al enfrentar los problemas que la vida nos depara, pero lo que todos ignoramos, es que la verdadera felicidad, no es estar en un éxtasis continuo, o estar por momentos alegre, la “felicidad” es un estado de conciencia, un estado de tranquilidad que nada ni nadie puede interrumpir, ya que simplemente tu mente transforma los obstáculos que encuentras en tu camino, en simples aprendizajes de los cuales, nos podemos superar a nosotros mismos. Incluso cuando creemos estar mal por que supuestamente las condiciones del ambiente nos impiden superarnos (a excepción de los verdaderos casos de injusticia), en realidad somos nosotros los que en verdad nos ponemos los impedimentos mentales para lograr nuestros objetivos, como por ejemplo cuando mencionamos: para que voy a estudiar si nadie lo va a hacer o para que hago el aseo si yo no ensucie, si se supone que se quiere salir del bachillerato con excelentes bases cognitivas, pero no estudiamos y aprendemos en un ambiente sucio y desordenado, entonces donde quedo el empoderamiento de nuestra educación; aprendamos a ser felices por nuestros propio medios y no esperemos que nuestro ambiente cambie para nosotros estar bien, por que nuestra felicidad depende de nadie mas si no de nosotros mismos.
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